martes, 17 de febrero de 2015

La Iglesia de Ávila pide perdón por sus pecados, apelando al Dios misericordioso que mostraba Santa Teresa

Cuando en el Jubileo del año 2000  el Papa Juan Pablo II quiso pedir perdón por los pecados que había cometido la Iglesia, muchos no le entendieron. Incluso el entonces Cardenal Ratzinger (que más tarde llegaría a ser el Papa Benedicto XVI) salió en su defensa, argumentando que era plausible que la Iglesia pidiera perdón, pues le dolían los pecados que se habían cometido en su nombre.

Presentación del Acto Penitencial, a cargo de
Jorge Zazo (delegado diocesano del V Centenario)
Quince años después, y en el marco de la celebración del V Centenario del nacimiento de Santa Teresa, la Iglesia de Ávila quiere  recuperar este gesto, con una celebración penitencial en el inicio de esta Cuaresma, en la cual la Diócesis va a pedir perdón por los pecados habidos en su seno, que han realizado hijos suyos, y que han dificultado la difusión del Evangelio. Recordamos que en este año teresiano, el Obispo de Ávila nos ha llamado a seguir el camino de la Nueva Evangelización. Ese camino de renovación no sería posible si no somos conscientes de lo que hemos realizado mal hasta ahora y asumimos nuestros errores. Ciertamente, uno puede alejarse de la Iglesia condicionado por la corriente social laicista imperante, o bien por una decisión personal respetable; pero muchas personas se alejan de la fe también condicionadas por determinados comportamientos de hijos de la Iglesia, quienes, no habiendo actuado conforme al camino de fe marcado por Cristo, han ocasionado sonados escándalos. La incoherencia entre lo que decimos creer o sentir y lo que realmente hacemos causa, en no pocas ocasiones, mucho daño a la propia Iglesia. Y, como todos somos una sola familia, nos causa dolor que cualquiera de sus miembros haya incurrido en estas faltas, y queremos pedir perdón por ello.

También en el siglo XVI grandes responsables eclesiásticos (obispos, clérigos e inquisidores) pusieron muchas trabas a la labor de Santa Teresa en su afán por difundir el amor a Dios y la cercanía con Cristo. Pero Teresa nos enseñó que el Señor tiene una infinita misericordia, y que es capaz de perdonar nuestras faltas. Es por ello que el marco de su V Centenario es el momento perfecto para implorar esa misericordia de Dios, que nos conceda su perdón y que podamos seguir esa senda reformadora, como en su día hizo la Santa.

El Acto Penitencial partirá de San José,
primera fundación de Santa Teresa
El momento elegido para ello será el próximo sábado 21 de febrero, primer sábado de Cuaresma. El acto penitencial comenzará a las 20:30 horas en el Convento de San José, para después procesionar hasta la iglesia de San Pedro Apóstol, donde finalizará la celebración, y donde el Obispo de Ávila realizará una oración de perdón junto a la Cruz. Comenzar en San José tiene un significado muy especial: allí comenzó esa reforma emprendida por Santa Teresa, que revolucionó la manera de entender la vida conventual en aquel momento. Por otra parte, es templo jubilar en este Año Teresiano, lugar donde los peregrinos imploran el perdón de sus faltas por medio de la Indulgencia Plenaria. Además, San José es para la diócesis de Ávila el modelo perfecto de lo que la Iglesia debe aspirar a ser: una comunidad fraterna, austera y sencilla, dedicada a la oración y a la contemplación del Señor. 

Queremos invitar a todos a este acto público, en el que la Iglesia asume también su condición de pecadora e implora la misericordia de Dios. Todos estamos llamados a unirnos a este momento de especial relevancia, que se celebra por vez primera en nuestra diócesis, y que pretende ser un punto de partida en ese camino hacia la Nueva Evangelización a la que nos llama nuestro Obispo y, en última instancia, el Santo Padre.

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